Plagas

Evitar el acceso de plagas a las instalaciones es importante ya que es antihigiénico por los excrementos que puedan dejar, además de restos de suciedad como plumas de pájaros, etc.

Unas instalaciones infectadas de plagas serán un riesgo para la seguridad alimentaria ya que además muchas plagas son vectores de enfermedades que pueden ser transmitidas a los humanos.

Las plagas suelen intentar acceder a las plantas de producción en busca de alimento, refugio, y agua.

Tener un buen diseño de las instalaciones con distintas barreras para evitar el acceso a las zonas sensibles de la planta es importante.

Mantener todas las barreras efectivas operando es necesario (puertas cerradas salvo en el momento de pasar, ventanas cerradas y con redes mosquiteras, sistemas de doble puerta que impida la exposición directa del interior al exterior.

Insectos rastreros: hay que garantizar que no hay huecos entre el pavimento y las puertas. Esto se consigue con cepillos en l parte de debajo de las puertas, y sobre todo manteniendo las puertas cerradas.

Insectos voladores: Para su gestión se utilizan trampas de captura, que atraigan a los insectos. Es importante entender que el concepto no es de erradicarlas mediante sistemas de capturas, sino que estos sistemas son una herramienta de monitorización del nivel de infestación en las instalaciones. Se debe seguir periódicamente el conteo de capturas ya que este será proporcional al nivel de infestación, y nos alertará en caso de que suban por cualquier motivo y poder actuar.

Siendo que estos sistemas están dotados de lámparas ultravioletas que atraen a los insectos, es conveniente colocarlos de forma que no tengan efecto atrayente desde el exterior (no sean visibles desde fuera) y sea fácil su inspección para que cualquiera pueda hacer una revisión del número de capturas y estado de los adhesivos de forma sencilla (orientación vertical, y altura media). Hay que saber que cada tipo de plaga tiene una altura de vuelo media y un techo de vuelo (altura por encima de la cual no vuelan) por lo que es conveniente ponerlos a una altura donde la mayor parte de las especies convivan para que sean más efectivos.

Roedores: Sin duda una de las plagas más preocupantes, ya que son ventores de enfermedades.

Plagas específicas: En función del producto que fabriquemos, o de los ingredientes que tengamos en nuestras instalaciones podemos tener algún tipo de plaga especifica (abejas en fábricas de miel pj.)

La gestión de plagas consta de los siguientes elementos:

Mantener barreras físicas: Impedirán el acceso a las instalaciones de plagas desde el exterior

Iluminación: Muchas plagas se sienten atraídas por la luz, lo que dificulta su gestión en plantas que trabajan en turno de noche, ya que la propia planta sera un foco de luz con efecto atrayente, pero si es posible, mantener las luces apagadas de aquellas zonas más sensibles (almacenes de materias primas, zonas de proceso cuando no estén en uso… en resumen minimizar la iluminación donde no sea necesario.

Evitar el acceso a alimento: Buena gestión de almacenes y áreas de proceso no dejando nunca producto expuesto que pueda servir de alimento a las plagas

Evitar el acceso a agua: Evitando la formación de charcos o puntos donde pueda encontrar agua (goteo de grifos, zonas húmedas etc)

Auditoría interna: Realizar monitoreos de actividad de plagas y estado de barreras físicas periódico

Actuación en caso de desviación o incremento de actividad (reparación de barreras, refuerzo de trampas, reubicación de insectocutores, tratamientos específicos, fumigaciones, limpiezas especiales…)

DOCUMENTACION:

Contrato en vigor con una empresa especializada, en caso de que optemos por esta modalidad.

Plano de las instalaciones con ubicación de las distintas trampas y barreras.

Documento con análisis de tendencia de capturas para cada una de las plagas en cada trampa para identificar posibles zonas calientes y actuaciones.

Informes de inspecciones, auditorías internas, visitas de empresa de gestión de plagas con resultados y acciones propuestas

Plan de acción que recoja las distintas acciones planificadas, con plazo de implementación, responsable, y situación actual.

Registro de todos los productos biocidas empleados en la gestión de plagas, donde se certifique su aptitud para uso en industria alimentaria.

Carnets profesionales de las personas que apliquen productos biocidas.

Memoria anual, donde se describan las tendencias, incidentes, actividades, resultados y posibles necesidades de recursos.